miércoles, 15 de junio de 2011

¿CÓMO APROVECHAR LAS CRISIS PARA MEJORAR Y CRECER?

Las consecuencias naturales de las crisis que afectan nuestras vidas y las de nuestras familias son entre otras: frustración, desesperación, desesperanza, tristeza, depresión y enfermedades.  A veces no encontramos la salida, y entre más pensamos y analizamos el entorno, más nos enredamos y nos sentimos perdidos.

La buena noticia, es que somos parte de un Universo infinito, que nos ofrece muchas más alternativas de las que estamos acostumbrados a ver.  Creemos que todo lo que conocemos es la realidad total, sin embargo es necesario ampliar nuestros horizontes y permitirnos abrir nuestras mentes a esas nuevas posibilidades.

Hacer esto requiere ser muy honestos con nosotros mismos para reconocer que en ocasiones descalificamos esas nuevas opciones solo por no querer arriesgarnos a conocer más, a cambiar nuestros hábitos o al tan mencionado confort.   Incluso, muchas de las opciones están a nuestro alcance, y lo único que hace falta es tomar la decisión, experimentar cosas nuevas y actuar.

Las crisis son una gran oportunidad, porque nos permiten sacar los mejor de nosotros mismos y descubrir nuestra grandeza como seres humanos.

Todas las personas merecemos por derecho divino abundancia en todos los aspectos, y el Universo es fuente inagotable e infinita de recursos que están a nuestro alcance, aún cuando en nuestra percepción de la realidad no lo parezca.   La clave para tener acceso a esa abundancia es crear con los talentos que cada uno tenemos, y compartir  con los demás cuando nos va bien, y todo esto solo lo podemos lograr con el principio más importante que Dios nos enseñó: EL AMOR.

Solo con amor a nosotros mismos, podemos aceptar que somos muy valiosos, y que tenemos la capacidad y la responsabilidad de CREAR. Solo con amor podemos ocuparnos en ser mejores y COMPARTIR nuestras bendiciones con los demás sin reservas (amar a nuestros semejantes).  Esa es la clave para multiplicar nuestro bienestar y nuestra abundancia, y el inicio para emprender nuestro camino a mejorar y crecer.

Así que cuando percibas una situación de crisis externa o interna derivada de cualquier adversidad, agradece a Dios antes que nada, porque estás recibiendo la oportunidad de reconocer que tan grande eres, y estarás listo para enfrentar nuevos retos que seguramente te llevarán a un mejor lugar, si eliges tomarlo con esa filosofía.

La otra opción es más sencilla, pero más triste también:  lamentarnos, ponernos en el lugar de víctimas, cerrar nuestro criterio y decir que no hay alternativas ni solución, que nos tocó vivir una época difícil, que no estamos preparados, que no podemos, que no merecemos o incluso que la vida no tiene sentido.

La vida es maravillosa porque si tu lo permites y decides ampliar tu mente y sentir tu corazón, verás que SIEMPRE hay una guía interna que te lleva a conseguir las mejores oportunidades cuando aparentemente no las hay.   

Esos son los milagros y el único responsable de generarlos eres tu mismo con las decisiones que tomas y los caminos que eliges.

"En ocasiones la vida da un giro en la dirección correcta...es la mano de Dios trabajando para ti"  En nuestras manos está crecer ante la adversidad haciendo cosas diferentes y ayudarles a otros a hacer lo mismo; o seguirnos quejando porque ya no tenemos los mismos resultados con nuestras actividades tradicionales.

A partir de éste momento, toma el reto de propiciar cambios en tu vida, cambiando tus hábitos, tus prejuicios, tu perspectiva, y repite constantemente las siguientes afirmaciones:

  Elijo estar bien.
  Elijo abrir mi mente, ampliar mi criterio y aceptar nuevas alternativas.
  Elijo experimentar e intentar cosas diferentes.
  Elijo salir del área de confort y enfrentarme a mis miedos.
  Elijo cambiar mi entorno a mi favor.
  ELIJO ESTAR PRESENTE...ELIJO VIVIR.

Después de todo, siempre tienes a alguien que te impulsará y te dará la fuerza necesaria para salir adelante si así se lo deseas: Dios. 

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